Los nuevos ayudantes de comunión fortalecen la iglesia de Santa María en Weiding
Nuevas ayudantes de comunión en la Iglesia Marienkirche Weiding: Maria Schönberger y Helga Meier asumen el voluntariado para la gloria de Dios.

Los nuevos ayudantes de comunión fortalecen la iglesia de Santa María en Weiding
En la pequeña comunidad de Weiding el domingo hubo una ocasión especial de alegría. La Iglesia de Santa María, un lugar central de fe, dio la bienvenida a dos nuevos miembros al equipo de ayudantes de la comunión. En su discurso, el pastor Franz Merl destacó la importancia del trabajo voluntario, que es esencial para el funcionamiento de la iglesia. Las dos nuevas ayudantes, Maria Schönberger y Helga Meier, son sacristanas desde hace muchos años y aportan mucha experiencia y pasión a su nuevo puesto.
Las dos mujeres aceptaron servir como asistentes de comunión además de sus funciones anteriores como sacristanas. Esto tuvo lugar como parte de un servicio solemne que reunió a la comunidad. Merl, que dirigió la ceremonia, se mostró satisfecho de que las dos mujeres, que desde hace años participan activamente en la vida religiosa de la comunidad, asuman ahora esta responsable tarea. Schönberger y Meier ya habían asistido en junio a un curso introductorio organizado por la diócesis para prepararse para sus nuevos roles.
un servicio solemne
El servicio del domingo por la mañana estuvo caracterizado por el mensaje de la Sagrada Escritura y el misterio de la Eucaristía. Durante su sermón, Merl pidió a los dos nuevos asistentes a la comunión en el altar que les entregaran el certificado oficial de servicio de la iglesia de Ratisbona. Este certificado simboliza no sólo su nueva tarea, sino también el deseo de que el signo eucarístico de unidad y amor enriquezca sus vidas.
Además del encargo, hubo también una intercesión especial por los nuevos ayudantes, lo que subrayó el carácter solemne de la ocasión. Al ambiente festivo también contribuyó el canto de comunión de agradecimiento interpretado por Gabi Körner en el órgano. Merl agradeció calurosamente a Schönberger y Meier por su compromiso y también reconoció el trabajo de todos los que trabajan para la iglesia durante todo el año.
Las felicitaciones no sólo vinieron de Merl, sino también de Andreas Engl, tesorero del tesoro de la iglesia, y del alcalde Daniel Paul. Ambos obsequiaron a los nuevos comulgadores un cirio de Fátima como pequeña muestra de agradecimiento. La Iglesia de Santa María, que celebra su 65 aniversario este año, sigue siendo una parte importante de la comunidad y un lugar donde la fe se mantiene viva.